Articles and papers about Latin America
From La Tercera, Chile, October 15th, 2011
Hernán Büchi: "Estamos perdiendo la batalla de las ideas"
En una encendida arenga el miércoles, ante parlamentarios UDI, el ex ministro pidió rechazar alza de impuestos y cambios al binominal.
por María José Pavez
"Hoy es un día especial para mí", dijo Hernán Büchi el miércoles pasado, recordando que hace 22 años, un 12 de octubre, encabezó un masivo acto, en el Estadio Nacional, de cierre de su campaña como contendor del candidato presidencial de la Concertación, Patricio Aylwin.
El episodio fue rememorado por el economista, al iniciar la intervención de poco más de media hora que realizó ese día en el Congreso ante la bancada de diputados de la UDI y senadores como Jovino Novoa y Ena von Baer.
La cita se gestó mientras el gobierno evalúa impulsar un alza de tributos a las empresas y luego de que Büchi -junto a la comisión económica gremialista- planteara, en contraste, reducir los tributos a las pymes y las personas.
Sin embargo, el ex ministro de Hacienda terminó no sólo hablando de tributos, sino que haciendo un crudo diagnóstico de la postura del partido y del manejo del gobierno. "Estoy desilusionado, estamos perdiendo la batalla de las ideas", dijo el economista, según varios de los asistentes.
En ese contexto, Büchi indicó ante los parlamentarios gremialistas que ese 12 de octubre de 1989 tenía la certeza de que sería derrotado por Aylwin. Pero que pese al fracaso electoral, se ganó la "batalla de las ideas", al mantener las bases del modelo construido por el régimen militar.
"Ahora me pasa lo contrario", agregó -dicen las mismas fuentes-, señalando que a pesar de que Sebastián Piñera ganó las elecciones, la oposición ha logrado imponer sus criterios como marco del debate público e incluso, permeando la agenda del gobierno. Un ejemplo de ello: aceptar la premisa de que aumentar los impuestos ayuda a combatir la desigualdad.
En esa línea, el ex ministro sostuvo que en algunas conversaciones con personeros del partido ha cuestionado que la UDI se pliegue a algunos debates, ante lo que ha recibido dos tipos de respuestas: primero, que los argumentos opositores están correctos y, segundo, que es "políticamente" necesario, para mantener el poder. Ante esto, el ex secretario de Estado habló de pérdida de "convicciones".
En este contexto, relatan algunos parlamentarios presentes, el economista aludió a que ha sido esto lo que lo ha llevado a no asistir a todas las reuniones partidarias a las que ha sido invitado. Según dicen en la colectividad, sólo en abril de este año, Büchi se reintegró a las actividades gremialistas, luego de que Novoa lo invitara a participar en la comisión económica de la colectividad, a la que asiste periódicamente desde entonces.
La "ola" de Guzmán
En las últimas semanas, los sectores más duros de la UDI -alineados con el instituto Libertad y Desarrollo, del que Büchi es fundador- han criticado el creciente debate sobre una eventual alza de impuestos a las empresas y posibles cambios al binominal. Temas que La Moneda ve con interés, como parte de su nuevo relato de gobierno en medio del conflicto estudiantil y tras la crisis de La Polar.
Así, sin mencionar al gobierno, Büchi criticó el miércoles pasado la decisión de poner como eje del debate público el tema de la "desigualdad". "Es un mal terreno de juego", insistió, al tiempo que señalaba que el actual modelo ha traído beneficios e impulsado una mejor calidad de vida y oportunidades para miles de personas.
Así, en medio de estos pasajes, Büchi recordó la figura del senador gremialista Jaime Guzmán, asesinado en 1991, haciendo un llamado a los presentes a recordar el pensamiento de Jaime Guzmán, quien fundó el partido para "crear la ola" y no para "subirse" a ella.
Y entrando de lleno al debate sobre reforma tributaria, dijo que este asunto ni siquiera debería estar sobre la mesa, porque no formó parte del programa de gobierno de Sebastián Piñera.
También abordó el debate sobre eventuales cambios al binominal, diciendo que aunque en principio no creía en éste, fue Jaime Guzmán quien lo convenció de que es un sistema que asegura estabilidad y va mucho más allá de una vía para ordenar el debate en dos bloques en vez de seguir con el modelo de tres tercios.
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Büchi y la contingencia
1- Reforma tributaria
El ex ministro criticó una eventual alza en los impuestos . Según sostuvo ante los diputados, el gobierno no debería impulsar un ajuste tributario por dos razones: la primera, porque no está contemplada en el programa de gobierno y, la segunda, porque debe concentrar sus esfuerzos en medidas para estimular el crecimiento.
2- Sistema binominal
Büchi se mostró partidario de no reformar el actual sistema electoral binominal. Según sostuvo, para poder conducir un país es necesario dar a elegir entre dos ideas mayoritarias, ya que de lo contrario se corre el riesgo de legitimar opciones a las que sólo adscriben minorías.
3- Giro del gobierno
En su intervención más emotiva, el ex ministro afirmó que el gobierno y la Alianza perdieron la batalla de las ideas. El economista dijo estar desilusionado de la conducción del Ejecutivo y afirmó que, ante la falta de críticas a ello, también se ha alejado de la UDI.
4- Oposición y movilizaciones
Las manifestaciones en las calles y el complejo escenario para aprobar el Presupuesto también fueron analizados por Büchi, quien afirma que el gobierno cedió para mantener cierta gobernabilidad, pero que el resultado ha sido un clima enrarecido que fortaleció al movimiento estudiantil y generó una oposición agresiva.
5- El ejemplo de Guzmán
Fundar un partido que "cree la ola" y no se suba a ella. Así fue como Büchi recordó los motivos de Jaime Guzmán para fundar el gremialismo. En el encuentro, el economista también hizo un llamado a retomar y poner en práctica las palabras del ex senador UDI.
From Ambito Financiero
Miércoles, 31 de Agosto de 2011
Seccion: Internacionales
Un presidente que perdió el libreto demasiado rápido
Escribe Carolina Barros
¿Qué le pasa a Sebastián Piñera? ¿Por qué no se entiende con Chile? En marzo de 2010, cuando asumió, había prometido un Gobierno de «sólo técnicos» y sin «operadores políticos» para diferenciarse de la Concertación. Pero su dream-team inicial, compuesto por graduados de universidades estadounidenses, empresarios y CEO de multinacionales exitosas, le duró apenas un año. En lo que va de 2011, el presidente chileno ya hizo dos recambios en su gabinete. En los tres últimos meses lo arrasaron las protestas estudiantiles, dos días de paro general, represión y desorden callejero. Resultado: una caída en la aprobación hasta tocar un 26%, la más baja para un presidente en 21 años de democracia.
Según el analista chileno Patricio Navia, «Piñera ganó porque la clase media se atrevió a abandonar a la Concertación y le dio un voto de confianza». Pero esa misma clase media es la que se decepcionó porque no cumplió con su promesa de colocarla en el centro de su gestión. Para Navia, Piñera se preocupó más por «mantener los grandes equilibrios (que favorecen a los sectores de mayores ingresos y profundizar los programas sociales de Bachelet (que ayudan a las personas de menos ingresos)». Y se olvidó de la franja del medio.
Ese vaciamiento de política lo llevó a esta instancia de complicada crisis política. ¿Cuál debería ser su discurso para poder liberarse de esta camisa de fuerza? «No busques un relato, un discurso», dice a Ambito Financiero un funcionario de La Moneda (casa de Gobierno), que prefiere no dar a conocer su nombre. «Así como el relato de Patricio Aylwin (1990-1994) era la vuelta a la democracia, el de Eduardo Frei (1994-2000) las obras públicas y la política exterior, el de Ricardo Lagos (2000-2006) los derechos humanos y la apertura al mundo, y el deMichelle Bachelet (2006-2010) el de la inclusión social y los subsidios, Piñera carece de discurso», enumera. Este, en campaña, prometió eficiencia, algo que hasta ahora no ha podido demostrar.
Raíz social
En los últimos noventa días, el Gobierno de la Alianza piñeristaperdió tres a cero: perdió el control del orden público, la agenda política (que la marcan los estudiantes) y la popularidad. Enfrente: el reclamo de los estudiantes, que piden aranceles más bajos, realmente subsidiados por el Estado, créditos más blandos y enseñanza de mejor calidad. Está con ellos la clase media de Chile, en las marchas y con cacerolazos de protesta. Un número basta para explicar la profunda raíz social de la protesta: 7 de cada 10 estudiantes universitarios actuales pertenecen a la primera generación que tiene acceso a la universidad.
Ante esta realidad, más claro surge que el error de Piñera fue etiquetar los problemas de Chile como problemas de gestión.«Chile no puede ser administrada como una empresa, por un CEO», prosigue la fuente en La Moneda. «Sin discurso, sin conexión alguna con la gente, sin roce con la sociedad, tanto él como su gabinete, que también proviene de una élite empresarial, corren detrás de los hechos, no marcan la agenda política», añade.
Aunque tardíamente, la reacción ya empezó a delinearse. Por un lado, el presidente chileno cambió, en los últimos días, su mensaje: de centrarse en el crecimiento económico y el empleo ahora puso el foco en el combate a las desigualdades y la defensa de los consumidores. Pasó de metas numéricas a una promesa de cambio más propia de la política. Una corrección más acorde con un Gobierno de centroizquierda que con el de la derechista Alianza entre la UDI (Unión Demócrata Independiente) y RN (Renovación Nacional). La meta es recuperar el consenso y recuperar entre el 35% y el 43%. Que, según apuntan chilenos memoriosos, es el techo histórico de la derecha, logrado por el generalísimo Augusto Pinochet en el plebiscito de 1988. «Si quiere realmente lograrlo», siguen aquellos, «va a tener que sumar a la Democracia Cristiana, el partido al que perteneció su padre, porque con la pura derecha no se llega».
No encasillable
La cacería de ese voto o consenso más sesgado a la izquierda estaría ya, de alguna manera alojada en el pensamiento piñerista, que para propios y ajenos, no encasillable políticamente. Por eso es que Sebastián Piñera puede sorprender al impulsar y aprobar el proyecto para Vida en Común (para parejas hetero y homosexuales) o proponer una reforma tributaria con suba de impuestos para los más ricos.
Por eso también, sus socios de la UDI (la derecha más rancia) dicen hoy, desorientados, que «ya seremos gobierno en el futuro». Otros, como Roberto Méndez, director de la encuestadora Adimark, ante este discurso desdibujado recomiendan a Piñera que hable poco y que, de hacerlo, lo haga con un mensaje «a largo plazo, para no exponerse a la coyuntura».
Que Piñera hable -o discursee- es un problema. Como George W. Bush, el chileno es un atropellado para hablar, y ya acumuló tantos errores de concepto y de dicción, que pueden consultarse, a carcajadas, en www. piñerismos.cl. Pero quizás, el obstáculo mayor esté en la inclinación que tiene «al exitismo y optimismo forzoso», dijo el analista Ascanio Cavallo en La Tercera. Ese «está todo bien, somos los mejores» cuando todo parece andar mal lo distancia aún más de su electorado.
Por otra parte, no se puede negar que la imagen que transmite es rígida, si no pétrea. Despojado de carisma, una realidad inmodificable por ahora, hizo que sus asesores en comunicación propusieran «agregarle» dulzura al hierático Piñera. Así, en estos días, mientras el presidente convoca a la unidad y pide mesura, aparece flanqueado por su esposa, Cecilia Morel. La compañía de la primera dama en actividades presidenciales y, sobre todo, en episodios de conflictividad social, forma parte del nuevo diseño comunicacional de Piñera.
¿Medida transitoria? Quizás sea correcta la teoría de Patricio Navia, según la cual el de Piñera es el quinto Gobierno de la Concertación. Mientras entra en escena Morel, aun a la distancia y desde su cargo en Nueva York, Michelle Bachelet sigue siendo la política chilena con mejor imagen. ¿Y su mayor virtud? Su «llegada» a los chilenos a través de la dulzura. Lo que hoy busca Piñera.
Carolina Barros
Viernes 5 de Agosto de 2011 | SEGÚN LO VEO
Los mercados contra el mundo
A los políticos no les gustan para nada los mercados. Los ven como organizaciones conspirativas que, con malevolencia perversa, se dedican a castigar a quienes se niegan a someterse a sus dictados, lo que, afirman, es antidemocrático. Hace un par de días, el presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durão Barroso, protestó contra el "acoso injustificado" de estas entelequias siniestras a Italia y España que, dijo, tienen todos sus "fundamentos" en orden y, por si eso ya no fuera suficiente, están trabajando con ahínco para reforzarlos todavía más. Comparten su punto de vista Zapatero, Berlusconi, Cameron, Sarkozy y Merkel, además de Obama. Quisieran que los mercados celebraran sus hazañas recientes con alzas pero, por motivos que no llegan a entender, se han puesto, una vez más, a señalar su desaprobación bajando un día tras otro.
Todo sería más sencillo si los malditos mercados realmente fueran organizaciones con una cadena de mando conocida, directivos formales comprometidos con una ideología determinada y reglas comprensibles, pero sucede que son anárquicos por naturaleza. Intervienen directamente o indirectamente millones de personas diseminadas por el planeta que a menudo prestan más atención a rumores que a hechos concretos. Parecería que en la actualidad los operadores más influyentes no son los universalmente denostados neoliberales sino los comunistas chinos que han comprado un sinnúmero de bonos norteamericanos. A los chinos no les convendría una gran depresión occidental, pero tampoco sería de su interés aferrarse a bonos que podrían perder buena parte de su valor.
No hay forma de saber cómo los mercados reaccionarán frente a un dato nuevo, una estadística promisoria o un discurso elocuente. A veces se dejan llevar por la euforia, produciendo burbujas que, para satisfacción primero y, cuando ya es demasiado tarde, indignación de los inversores, adquieren dimensiones descomunales antes de estallar; en otras ocasiones, como la actual, parecen resueltos a suicidarse. Sin que nadie comprenda muy bien por qué, últimamente se han entregado al pánico, huyendo de valores que sospechan contaminados y por lo tanto portadores de la temida enfermedad griega que, según algunos, está propagándose con rapidez no sólo en la periferia europea sino también en Estados Unidos. ¿Qué harán mañana? Nadie lo sabe; si alguien lograra entenderlos, muy pronto se erigiría en la persona más rica de la Tierra.
Desde que hace tres años el sistema financiero internacional se paralizó por algunos días luego de sufrir un ataque cardíaco, los mandatarios de los países opulentos y, con más fervor aún, sus homólogos de los "emergentes", entre ellos la presidenta Cristina, coinciden en que es urgente controlar, regular y disciplinar los mercados para que aprendan a comportarse mejor. Insisten en que hay que subordinarlos a la "economía real", es decir, a la parte que produce cosas tangibles o, al menos, brinda servicios útiles. Pero hasta ahora todos sus intentos en tal sentido han sido en vano. Los mercados, tan escurridizos ellos, no se dejan capturar tan fácilmente por los decididos a domesticarlos.
Tampoco están dispuestos a rendirse los banqueros que según los políticos y una multitud de manifestantes callejeros provocaron los desastres de los años últimos y por lo tanto merecen ser encarcelados o peor. Luego de pasar un mal rato frente a comisiones investigativas parlamentarias cuyos integrantes iracundos los anatematizaron por su "codicia", los banqueros más notorios del hemisferio norte siguieron apropiándose de cantidades fabulosas de dólares, libras y euros.
Pudieron hacerlo porque, con muy pocas excepciones, los políticos entienden que la internacional financiera –a esta altura, hablar de la patria financiera sería anacrónico– les es imprescindible. Se sienten obligados a tolerar sus excesos y manías por miedo a que, desairados, sus jefes más poderosos los abandonaran por completo, emigrando de sus bastiones en Nueva York, Londres y Frankfurt a lugares como Singapur y, tal vez, Shanghai. ¿Exageran los financistas cuando dicen que si se trasladaran a países más hospitalarios las consecuencias para las metrópolis tradicionales serían apocalípticas? Puede que sí, pero los políticos europeos y norteamericanos prefieren no arriesgarse.
Es sin duda natural que tantos políticos, pensadores y otros odien los mercados donde se venden y compran acciones, valores, divisas y "derivados" tan enigmáticamente complicados que en una oportunidad el renombrado multimillonario estadounidense Warren Buffet los llamó "armas financieras de destrucción masiva". Desde hace milenios las actividades de este tipo han sido despreciadas por religiosos, filósofos, guerreros y otros que las han descalificado por parasitarias para después, convencidos de su propia rectitud, exiliar, encarcelar, torturar o matar a quienes las habían practicado. Huelga decir que tales esfuerzos nunca contribuyeron a mejorar el estado de la "economía real" local. Antes bien, sirvieron para confirmar, de forma truculenta, que las finanzas son tan necesarias para el conjunto como lo son las partes menos admiradas del cuerpo humano para los interesados en sobrevivir.
En opinión de muchos, un mundo en el que los mercados quedaran debidamente subordinados a los políticos sería mucho más feliz que el que nos ha tocado. Suponen que si los gobiernos no tuvieran que preocuparse por sus reacciones podrían dedicarse a crear millones de fuentes de trabajo y repartir beneficios de todo tipo. Pero sólo se trata de una fantasía. Por caprichosos que sean, cumplen una función esencial al recordarles a los gobernantes que les es forzoso respetar ciertos límites y que, de todos modos, es una mala idea amontonar deudas que ni ellos ni sus sucesores estarán en condiciones de saldar.
La razón por la que las bolsas están actuando tan mal en Estados Unidos y Europa es que una proporción creciente de quienes participan cree que los pagadiós que se han ido acumulando son tan colosales que será imposible librarse de ellos.
Siempre se supo que tarde o temprano algo así ocurriría pero, puesto que es mucho más agradable gastar dinero de lo que es ponerse a ahorrarlo, las diversas clases políticas de los países desarrollados apostaron a que la hora de la verdad llegaría en el futuro lejano. Por cierto, no previeron que los cobradores golpearían a la puerta mientras ellos mismos aún estuvieran en el poder.
Por James Neilson
Published on The Weekly Standard (http://www.weeklystandard.com)
August 2, 2011
Last week, former army officer Ollanta Humala was inaugurated as president of Peru, and he vowed to maintain the successful economic policies adopted by his predecessor, Alan García. The significance of that vow should not be understated.
Until recently, Humala was known as a radical populist eager to copy the Venezuelan model. He launched a failed coup in 2000, and Hugo Chávez openly supported him in the 2006 Peruvian presidential race, thereby dooming his candidacy. In 2011, however, Humala won election by moving away from Chávez and citing former Brazilian president Lula da Silva as his inspiration. He then appointed a centrist economic team and announced that Julio Velarde will remain Peru’s central bank governor. As Reuters correspondent Terry Wade reported from Lima, “the cabinet Humala has assembled, by nearly every measure, is more conservative than the one Lula put together when he took office in Brazil in 2003.”
Unfortunately for the Peruvian leader, he is already dealing with a family-related scandal, and his approval rating has plunged. In early July, Humala’s brother traveled to Russia and met with officials from Gazprom, the state-owned energy giant. Moscow says that Alexis Humala was visiting as a “special representative” of the new Peruvian government. President Humala insists he did not have prior knowledge of the trip, and he has suspended his brother from their political party. But the scandal has seriously damaged Humala’s popularity, which means that he is beginning his presidency with much less public support than originally expected. But this doesn’t change the fact that—to borrow from a Miami Herald editorial—Humala has “made an unconditional commitment to protect the reforms that produced South America’s fastest-growing economy over the past five years.”
When the likes of Ollanta Humala reject the Venezuelan way, it becomes clear that Chávez is losing the ideological war in Latin America. Indeed, as the New York Times noted back in April, Humala’s political transformation “points to the eclipse of Venezuela by Brazil.” Across the region, leftist presidents have tried to duplicate the success of Lula, a onetime Marxist labor activist who combined a pragmatic focus on economic stability and a firm commitment to democracy with an aggressive expansion of anti-poverty programs. As the Economist points out, Lula’s model “is now the fashionable formula in the region.” In other words, “the tide of Latin American history has turned against Mr. Chávez.”
Jaime Daremblum, who served as Costa Rica’s ambassador to the United States from 1998 to 2004, is director of the Center for Latin American Studies at the Hudson Institute.
BY Jaime Daremblum
Humala’s Conversion
La Fundación Internacional para la Libertad, que preside Mario Vargas Llosa, emitió un comunicado con motivo del los ataques a la prensa en Ecuador
-Comunicado de Prensa-
Se establece un precedente nefasto contra la libertad de prensa en el Ecuador
La Fundación Internacional para la Libertad (FIL) manifiesta su más enérgica condenapor la actitud del Presidente Rafael Correa y la lamentable actuación del juez temporal Juan Paredes, quienes atentan contra la libertad de prensa en el Ecuador y han establecido un precedente nefasto de vulneración de las garantías ciudadanas para emitir opiniones.
Es inadmisible la sentenciade 3 años de prisión contra Carlos, César, Nicolás Pérez, directivos de El Universo, y el ex columnista Emilio Palacio, por el supuesto delito de injurias contra Rafael Correa, sobre todo por la forma en que el juez Paredesemitió la sentencia. En 33 horas éste tomó posesión del cargo, sustanció la audiencia de juzgamiento, estudió más de 5.000 hojas del expediente, escribió 156 carillas de la sentencia, notificó a las partes y se retiró del cargo.
El magistrado temporal además ordenó el pago de una indemnización total de cuarenta millones de dólares, que deberá recibir el presidente a título personal. De los cuales 10 millones es la sanción a pagar por la empresa El Universo,que se la acusa bajo el mismo delito que a las personas naturales, cuando el Código Penal ecuatoriano vigente establece que no se puede querellar a personas jurídicas.
La sentencia emitida por el magistrado violenta convenios internacionales a los que está suscrito el país, como la Convención Americana sobre Derechos Humanos en su artículo 13, además contraviene la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión aprobada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos donde seseñala que: “La protección a la reputación debe estar garantizada solo a través de sanciones civiles, en los casos en que la persona ofendida sea un funcionario público o persona pública o particular que se haya involucrado voluntariamente en asuntos de interés público. Además, en estos casos, debe probarse que en la difusión de las noticias el comunicador tuvo intención de infligir daño o pleno conocimiento de que se estaban difundiendo noticias falsas o se condujo con manifiesta negligencia en la búsqueda de la verdad o falsedad de las mismas”.
Ante estas irregularidades, la FIL se suma a la franca lucha ciudadana por preservar las libertades fundamentales del individuo y rechazamos enérgicamente los ataques hacia los medios de comunicación privados. Este será uno de los temas importantes que se discutirá durante el seminario internacional que por conmemorar los 20 años de lucha por la libertad del IEEP se celebrara el 5 de agosto.
Consideramos que el verdadero propósito es acallar toda crítica y amedrentar mediante acciones judiciales penales a quienes tienen un pensamiento distinto de la posición presidencial. Nosotros defenderemos la capacidad que hasta hoy hemos tenido de emitir comentarios y opiniones, aunque no les agraden a quienes detentan el poder.
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More about corruption in Brazil (in Portuguese)
Posted at Estado de São Paulo newspaper on July 24th, 2011
link: http://www.estadao.com.br/estadaodehoje/20110724/not_imp749041,0.php
Gaudêncio Torquato - O Estado de S.Paulo
A corrupção no Brasil aumentou porque passou a ter mais controles ou passou a ter mais controles porque aumentou? A resposta não provoca tantas dúvidas quanto o teorema do biscoito encaixado naquele intrigante comercial de TV de meados dos anos 80: "Vende mais porque é fresquinho ou é fresquinho porque vende mais?". A profusão de casos de corrupção, que se espraiam pelos espaços midiáticos, não deixa dúvidas: para 64% dos brasileiros, a praga alargou-se. Se a questão é posta para autoridades, a resposta é outra: nunca a corrupção foi tão combatida como hoje e, graças aos mecanismos de controle, tem diminuído. Sua visibilidade é grande porque o momento é de muita transparência. Nenhum governo aceita a pecha de compactuar com as teias de corrupção que se formam nos porões da administração pública. A transparência e a faxina em frentes ministeriais, com o desligamento de pessoas envolvidas em denúncias de corrupção, nos moldes que a presidente Dilma Rousseff adota (já demitiu 16 do Ministério dos Transportes), ajudam o governo a caminhar na via da moralização, mas sugerem que a administração federal é como um imenso queijo suíço, exibindo buracos por todos os lados.
A observação aponta para a seguinte hipótese: os buracos escondem ilícitos em graus variados. Entendida como comportamento de autoridades que se desviam das normas a fim de servir a interesses particulares, a corrupção revela a existência de frágil institucionalização política. Demandas exógenas superpõem-se aos papéis institucionais, envolvendo, quase sempre, a troca de favor político por riqueza econômica. Mas há os que trocam dinheiro por poder político. Qualquer que seja o caso, vende-se algo público por um ganho particular. É evidente que tal moldura pode ser estreitada ou alargada nas carpintarias dos governos. Como é sabido, estes trabalham com uma das mãos no balcão da política. Governantes compõem as estruturas da máquina com quadros e perfis que lhes deram apoio e com eles chegaram ao poder. Aí se localiza o primeiro rolamento da engrenagem disfuncional. Parcela substantiva dos corpos funcionais age de acordo com interesses grupais (atendendo a demandas de partidos que integram) ou mesmo individuais. Vale lembrar que a política, de missão cívica, povoada por cidadãos escolhidos para representar a coletividade, se transformou em profissão. Como tal, arregimenta quadros atraídos pelo escopo da acumulação material.
O Estado moderno contribui, sim, para a expansão da corrupção, na esteira da criação de fontes de riqueza e poder, ascensão de grupos, surgimento de novas classes, estruturação de fontes de recursos e expansão de possibilidades. Os surtos de modernização social e econômica implicam mudanças profundas na vida política. Daí se inferir que a corrupção, aqui, na Europa ou nos EUA, era bem menor há um século. Os campos de ação eram menos elásticos. A instituição política tradicional, por sua vez, incorpora hoje outros valores. Tornou-se banalizada. A administração de coisas materiais assumiu o lugar de ideários. As doutrinas murcharam, as utopias feneceram. E assim os círculos dos negócios inundaram o universo político. Sob esse pano de fundo, a resposta à questão inicial não deixa dúvidas: a corrupção expande-se na razão direta da modernização do Estado. Interessante é observar que os sistemas de controle também se multiplicaram. Entre nós, os conjuntos formados para apurar e mapear desvios - Ministério Público, Tribunais de Contas da União e dos Estados, Advocacia-Geral da União (AGU), Controladoria-Geral da União, Polícia Federal, etc. - têm sido atentos e proativos. Dispomos também de um conjunto de agências reguladoras, cuja função precípua é estabelecer diretrizes para atuação dos núcleos que cuidam de serviços públicos essenciais. Não raro, porém, tais mecanismos são impregnados de molas politiqueiras (nomes indicados por partidos) que abrem os dutos da ilicitude. Aduz-se que, ao usar ferramentas tecnológicas nas planilhas dos contratos, corruptos e corruptores acabam saindo do foco das lupas e estendendo seu império em plena era da transparência.
Há outros fatores que incrementam a corrupção. A burocracia, por exemplo. Estudo da Fiesp apontou a carga burocrática como fator negativo para a competitividade nacional, calculando que gera um custo anual de R$ 46,3 bilhões. E, como se sabe, ela é jeitinho de espertos e oportunistas para engabelar não só os incautos, mas os precavidos. Como cobra de muitas cabeças, a corrupção reinventa-se, esconde-se, para reaparecer em locais inapropriados, como os sagrados espaços destinados aos serviços de populações carentes - hospitais, maternidades, escolas, creches, quadras esportivas - , ou na aquisição de produtos básicos (remédios, merenda escolar, cestas de alimentos). É vergonhosa a constatação da AGU de que 70% das verbas desviadas no País são das áreas de saúde e educação. A rapinagem chega às raias do absurdo. Aos desvios de verbas destinadas a crianças e doentes soma-se o roubo de recursos para as cidades devastadas por desastres naturais, como as da região de Teresópolis (RJ). As cenas de encostas, bairros, casas e ruas destruídas, arrematando depoimentos de que foram destinados milhões de reais que nunca chegaram àquele destino, coroam a imagem da corrupção desbragada que consome as energias nacionais.
Não por acaso o Brasil abriga, segundo pesquisa da Transparência Internacional, 26% do dinheiro movimentado pela corrupção no mundo. Mas a própria ONG reconhece que esse índice pode chegar aos 43%. Há quem calcule que o Produto Nacional Bruto da Corrupção alcance metade do nosso PIB, hoje em torno de R$ 3,67 trilhões. Difícil apurar a quantia exata. Mas tudo indica que o Brasil não faria feio num campeonato mundial de falcatruas.
JORNALISTA, É PROFESSOR TITULAR DA USP, CONSULTOR POLÍTICO E DE COMUNICAÇÃO
TWITTER: @GAUDTORQUATO
Maria Corina Machado is running for the Presidency
English Translation of Live Speech
SPEECH ANNOUNCING HER CANDIDACY
17 July 2011
María Corina Machado
My thanks to all of you. From the bottom of my heart, my thanks to all of
you for being here today, for your trust, for your kindness. To my children, to
my parents, to my sisters, to my friends, to my teachers, to those who are
here and to those of you who guide me from afar – to the outstanding team
that honors me by making me a part of them – to my fellow lawmakers, to
my Venezuelan brothers and sisters.
God has given us so much. Venezuela has received so many blessings: a
beautiful and fertile land with wealth beneath its soil and in its geography.
And its greatest strength resides in us, the people of Venezuela. We are
living the most important and decisive moment of our lives: now is the time
to change the course of history. To decide our future and that of our children
and grandchildren.
Society’s foundation, the family, where the individual is taught to be aware of
his or her individual rights and collective responsibilities, is being attacked
mercilessly everyday: in Venezuela there is hardly one family which hasn’t
suffered the pain of losing a loved one or of separation resulting from
someone fleeing the country, or the most incomprehensible: ideological
intolerance: siblings who have not spoken to each other for years, parents
and children who have not shared hugs for years, who do not get together
and who do not protect each other. The barriers resulting from
discrimination and people discrediting others have come between us,
weakening and dividing us.
Venezuela, our country is suffering profoundly. Today we are a nation
divided, confrontational, in ruins, humiliated. The destruction has become so
swift that we notice it from day to day. Institutions are crumbling: the courts
of law, the jails, the police forces...just as bridges are falling, highways are
sinking, homes are collapsing. But the most profound destruction, the most
severe, the most damaging is the moral destruction.
The moral destruction has forced righteous and decent people who abide by
the rules to live in fear, threatened; while those who break the law, the guilty
are even rewarded. This is a country where those who do not persecute
become the persecuted and those who are not red do not exist. Men and
women who have worked hard for many years watch their belongings being
snatched away, whether it be by common criminals or by tramps vested with
authority.
For this reason, today I affirm with full conviction that our essential problem
is a problem of values. Therein lies the reason for our drama as well as our
salvation: as individuals and all of us together as a nation.
We have learned that the values held by those who govern have a direct
impact on the way in which they wield power, and on us as a society. If
thieves govern, then we have a corrupt government. If they sow hate, then
we shall have a violent society, if they do not keep their word, then they will
make a mockery of the people.
Today, those who govern Venezuela are in communion with corruption,
authoritarianism, lies, exclusion, hatred. That is why we have a society that
rewards trickery and forgives abuses, where violence rules and only one
point of view is foisted upon us, and where the common denominator in all
our relations is distrust.
How did we get here? How did we, the brave people, the proud and the
noble, the decent and freedom‐loving get here?
These 200 years of struggle against despotism and the yoke of oppression
have also been years of great lessons.
These have been two hundred years of strong arm dictatorships and
militarism, of attempts at modernization and institutionalization, of
enthralling advances and vertiginous reversals, of great promises but greater
frustrations. But the country’s rising oil revenues and modernization did not
reach many. Many, very many Venezuelans felt excluded and cheated and
that is why our Venezuela of 12 years ago tried to cling foolishly to the offer
of a change and this led many to build up their hopes. But those who rose to
power in 1999 turned their victory into booty, hope into an instrument of
domination, enthusiasm into slavery.
What a tragedy! What a tragedy it is to think about what we could have
been, what we could have done during this decade! Today Venezuela would
have been in first place in Latin America in every way: in the sciences, in
sports, in the arts, in progress, in success, in highways, schools, parks and
museums, exporting Venezuelan products and technology to the far corners
of the world.
But we have lived the decade of deceit, the decade of disdain, the decade of
humiliation.
When a mother, when a Venezuelan mother, goes out before dawn to stand
in line at a government‐owned Mercal supermarket, and they stamp her arm
so she can stand in line to get in yet only finds empty shelves, she is being
humiliated.
When a public employee, when a state worker, is forced to bow his head and
dress in red, he is being humiliated.
When one of our country’s retirees, after having dedicated his life to serving
Venezuela, now has to beg in order to be paid what is rightfully his: his
benefits and his pensions, he is being humiliated.
When officers of the Armed Forces, well aware of their Constitutional
mandate, are forced to accept orders from the Cubans, they are being
humiliated.
Students, teachers and professors who gallantly claim their right to academic
freedom but have to leave it behind in their classrooms in order to reclaim it
out on the streets and are repressed by teargas and gunfire, they are being
humiliated.
Shopkeepers, businessmen, farmers and cattlemen, pursuant to a
presidential whim, find their doors being rapped upon as part of a plan to
snatch away from under them what they have earned from the sweat of their
brows, their blood, and their efforts, they are being humiliated.
We are a nation that is being humiliated...we are a nation that is being
humiliated, when 200 years after the declaration of independence an
attempt is being made to oppress us under the yoke of the Cubans and their
failed ideology.
This scenario affects us down to the last fiber of our body and our
conscience; this is the existential dilemma faced by us as Venezuelans today:
Must we accept to go on living while being trampled and humiliated? Or once
and for all will we firmly and steadfastly defend our dignity as individuals and
as a nation? It is a matter of dignity.
My fellow Venezuelans: when faced with this crude reality there is no other
option than to react. Ethically. Ethically, there is no room for indifference.
We must all take a stance, risk what needs to be risked and be bold.
And I have done so: I have faced my conscience and my spirit. I listened to
reasons and feelings and I made the decision: a rational and emotional
decision, but an essentially spiritual one. An existential decision. And that is
why, today, with humility and absolute conviction I accept the challenge of
becoming the first woman President of Venezuela.
If this regime wants the Venezuelan people down on their knees, humiliated
and with their hands stretched out, begging, then I want Venezuelans
standing tall because we live with dignity, without bowing our heads because
we are not afraid, and, yes, with our hands stretched out, but in order to
embrace each other and to help our brother or sister.
We already know. We already know what we DO NOT want for Venezuela.
We also know what we DO want, what we dream for and what we hope for,
passionately and desperately.
• We want to live in a country where people can get along together,
where we can live quietly and sleep peacefully, where our families
feel protected and safe;
• We want to live in a country where there are opportunities
for all, where young people do not want to leave the country
and where each and every one of those who have left will
return.
• We want to live in a Venezuela that overcomes its
challenges, where the pride in being a Venezuelan can be
fulfilled, a Venezuela where effort is rewarded, a Venezuela
where all this energy pent up over the years can overflow.
I am going to tell you how we can achieve this. Rest assured that this dream
is present with us now, within our grasp, and we will strive to fulfill that
dream.
For that we will need:
• A government that will govern for your children.
• A government that will tell the truth, no matter how blunt it may be,
• A government with clear rules, to be respected always...always.
It is clear that I am proposing a radical change in our way of life and in our
Model for Society. And this entails transforming three fundamental pillars.
1. We shall have a new Model for Social Inclusion.
My fellow Venezuelans, in order to be fully free, a person should not
have to go hungry or be homeless and lacking an education. And this
is the life millions of Venezuelans are leading each day. For eight
years I shared my life with the most excluded of the excluded , with
the most vulnerable of the vulnerable, children who had been
abandoned by their families, children who had committed felonies
and misdemeanors. The arrival of a young girl at the Fundación
Atenea shelter was a milestone in my life. She was eleven years old
and she arrived with burns all over her face and body. Her own
mother had burned her. She spent most of the time hiding in her
room and would not dare to come out. We gave her respect, we gave
her love. And today she is the proud mother of three children, whom
she defends as if she were a lioness and will not let anything or
anybody harm them.
I want to say to all mothers who, just as she, will do anything for their
children, to teenage mothers who are raising children when they
should be studying, to single mothers who have no home or job, I
want to tell you that under my Presidency, your children’s future will
not be jail or the streets.
I will see to it that the power of the Venezuelan State, that all the
weight of the Republic, will be exerted in such away that these
injustices will come to an end forever. And with the resources of the
State and the love of the families we are going to bring down the jails
and build schools and universities for all of Venezuela.
The family is the reservoir of values. The family is the primary source
for education and the inexhaustible storehouse of love. When faced
with a storm, the family becomes a safe haven. And at the center of
the family one finds the woman, the mother, the wife, the daughter.
As women, we know, more than anyone else, what is at stake at this
moment, and that is why we have been standing and are standing at
the forefront of these struggles, which include that primeval cry to
the Government that said “stay away from my children” as well as
these ten years of struggle against tyranny. Because, as you know,
liberty and justice, as well as Venezuela, also have a woman’s face.
It is time to understand that poverty is not just a matter of low
income: it is essentially a problem of a lack of opportunities and the
absence of the training necessary to seize these opportunities. Listen
well: Populism as a social policy that seeks to generate dependence
on the State, in other words, the Administration that happens to be in
power, is something we are going to combat, and not exactly with yet
more populism. Social investment must focus on the development of
human capabilities. Solidarity, love, protection and caring for the
weakest and the most excluded is neither the monopoly nor the
exclusive responsibility of the State. The corporations, the churches
the communities and we as citizens share the responsibility in
eradicating poverty and exclusion in Venezuela. And those of us who
have received the most are the ones who must give back the most.
2. We shall also have a New Model for Economic Development:
From being a State that owns everything to becoming a society where
society is the one to create wealth, to enjoy it, and the one to be the
owner. A society of property owners, of entrepreneurs. We are going
to favor and strengthen a thriving market economy that will stimulate
talent, effort, creativity, innovation, productivity and property. Once
and for all we are going to overcome the limitations posed by a
petroleum dependent rentier state and promote investments by
national and foreign investors for the production of all goods. The
extraordinary potential that Venezuela has for power generation will
serve as a gigantic lever allowing the oil industry to become the first
among many other productive and profitable sectors in Venezuela.
These investments are indispensible for creating employment, many
dignified and productive jobs, with the understanding, that the
interests of the entrepreneurs and of the workers are tied together.
There can be no strong and solid entrepreneurs if there are no happy
and fulfilled workers, and vice versa.
Under my government the rules of the game and the rights to
property will be respected and justice will be done for those who had
their shops, their farms and their companies snatched away from
them. Never again. Never again will the State steal property from a
citizen.
3. We shall also have a New Model for the State.
We are going to build a State at the service of the citizen and not one
that makes itself be served: a State where power is truly handed over
to the people. This requires setting into motion a thorough process of
decentralization, which will carry and respect the attributes and
competencies held by State and City Governments, but which will go
beyond and succeed in having state governments enjoy financial
autonomy. That is what one can truly call shared power.
As President I will accept being a public servant: the first in setting the
example and the first in rendering accounts. Thus, we will establish
the foundations for a new State‐Citizen relationship: dialogue and
respect.
Furthermore, we shall have a State that is opposed to using oil as a
weapon of blackmail. Our fellow Latin Americans can rest assured
that we will never use this resource for seeking adherents or
punishing differences. International solidarity, especially with our
fellow Latin Americans will have priority, but foremost and always we
will place the needs of the Venezuelan people first. We shall never,
never built a house in a foreign country while there is still a single
Venezuelan without a roof. We shall never, never again be a colony of
Cuba or of any other country.
We shall bring forth this wonderful transformation based on an essential
value which is trust. Today we as Venezuelans have nobody we can believe,
no one we can trust, no one to go to, to protect us, to shelter us, to rescue us
and to help us find the freedoms we never should have lost. And that is why
our essential challenge today is to build confidence: confidence in Venezuela,
confidence in its institutions, confidence in each other, confidence in
ourselves. And since confidence runs in both directions, I shall take the first
step.
• I want to say to you, the public employee, the government worker,
that I trust you, your vocation and your eagerness to serve Venezuela
and I promise you that in my Government you will have respect and
opportunities. I promise you that you will never be forced to dress in a
certain color or to hide your ideas and beliefs. However, the people of
Venezuela expect our public workers to work hard and responsibly
because that is what the country needs.
• I want to say to the members of the Armed Forces and to their families
that I know that despite efforts by the Government to subjugate the
Armed Forces and to steer them away from the Constitutional path,
there are soldiers and officers who are defending Venezuela’s dignity
and its Constitution. We shall work hard, very hard, so that the military
family will be loved and respected by those they represent, for their
love for Venezuela and their respect for the Constitution. We shall see
to it that serving the country through the ministry of arms becomes a
matter of pride.
• I want to speak to communicators, to journalists, to those who seek
the truth and are the voice of those being silenced. During my
Presidency you will have access to information in a transparent
manner and we shall debate ideas and proposals passionately and
with respect.
• I want to speak to those who are persecuted physically, morally and
spiritually; to the political prisoners and those who are exiled: your
pain and sacrifice is not in vain and I promise you that history will
recognize your contribution to our cause.
• Today I want to speak to the teachers, to the physicians, to the nurses,
to the police officers, to the judges. You have a sacred task before you
in this country and during my Presidency you will be recognized and
honored. I understand the anguish felt by healthcare workers today
and I promise you that you will never again have to live through the
pain and helplessness of not being able to save a human life because
there are no medications, because there is no equipment or because
there is a power outage at a Venezuelan hospital.
• I want to speak to the young people. To the youth! I want to speak to
the young people who have had the tranquility of childhood snatched
away from them by the violence and confrontation and have been
forced to mature at an early age. I promise you that Venezuela will
cease to be a country that must await its greatness sometime in the
distant future and will instead become a country enjoying an
extraordinary present.
• And today I want to talk to those who are living in fear today, afraid of
leaving your homes at dawn or returning late at night. Afraid that a
child may become ill because there no cure available for that child.
Afraid to share ideas with our neighbors. Afraid that what belongs to
you will be taken away. That is over. There will be no more fear in
Venezuela. Our children will not have to grow up in fear because we
as parents have the strength and have made the decision to eradicate
it from our hearts forever.
Venezuela stands united; united though ties of fellowship, united through
ties of solidarity, united through ties of hope. And in this unity lies our
strength.
As a person who trusts the Venezuelan people I know that I can rely on the
hard work of the people of the Andes, the clever astuteness of the llaneros of
the Plains, the vigor of the Orinoco, the nobility of the guaros of Trujillo, the
gallantry of the people of Carabobo, the joy of the people of the coast, the
pride of the people of Zulia and THIS IS HOW, THIS IS HOW I am going to say
it:
Let us follow the example that Caracas once gave, and because WE ARE A
MAJORITY:
Let us break down these chains! Let us break down these chains!
Break down the chains of fear!
Break down the chains of exclusion!
Venezuela, break down the chains of sadness!
Break down the chains of poverty!
Break down the chains of the mandatory chained simulcasts!
Venezuela, break down the chains of humiliation!
Down with the chains!
God bless all of you!
Viernes, 22 de Julio de 2011
Seccion: Economía
Impulsan el proyecto de un submarino nuclear
Escribe Carolina Barros
Usará un reactor hecho por la empresa Invap, pero tendrá armamento convencional. Carrera con Brasil
Una carpeta azul con los planos, presupuesto y plazos del proyecto para la construcción del primer submarino nuclear argentino aguarda ser evaluada porCristina de Kirchner. «Está a consideración de la Presidente, quien deberá definir si son necesarios mayores estudios y profundizar la tarea que venimos desarrollando o si ella estima que con esto podemos avanzar hacia el anuncio», dijo el ministro de Defensa Arturo Puricelli ante la consulta de este diario.
El funcionario no quiso dar más detalles que un parco «hay un equipo de trabajo que está desarrollando el proyecto», para agregar que «ya tenemos decidido cuál va a ser la plataforma nuclear» (el casco del submarino). «No hablaré mas del tema hasta tanto tengamos la decisión de la Presidente»,remarcó.
El proyecto, hoy secreto, llamado Submarino de Propulsión Nuclear con Armamento Convencional, comenzó a tomar forma a mediados del año pasado, luego de que Nilda Garré, en ese entonces titular de Defensa, anunciase con bombos y platillos que ese ministerio estaba trabajando en la posibilidad de desarrollar un reactor nuclear para la propulsión de submarinos. Aunque el anuncio de Garré en junio de 2010 despertó algunas reacciones en sordina en la Armada, acostumbrada a manejarse en un silencio sin ecos como el que debe rodear a este tipo de naves de inmersión en el momento de realizar sus patrullajes y ataques, el proyecto siguió adelante cuando en diciembre el santacruceño Puricelli tomó la cartera de Defensa.
La INVAP (tecnología espacial y nuclear) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ya dieron los últimos trazos al reactor CAREM para adaptarlo al prototipo del futuro submarino, cuyo casco será un modelo TR -uno de los tres submarinos que fueron comprados por el país a la alemana Thyssen en los 80-. Actualmente «en gradas» en el astillero Domecq García de la Costanera Sur, el Santa Fe (todos los submarinos tienen un nombre con «S») está en proceso de armado en un 75%, después de dormir, desamblado, en varias decenas de contenedores durante dos décadas. Se calcula que estará listo como «plataforma» convencional para 2015: de allí en más se trabajaría en la colocación del reactor nuclear.
Entre los reparos al proyecto, al que algunos califican de faraónico y desproporcionado frente al recorte de recursos que vino sufriendo el área de Defensa, está el que afirma que el casco del TR es inviable en espacio y densidad para alojar un reactor nuclear, el «gadget» con cuya propulsión estos submarinos logran mayor velocidad y autonomía que sus similares diésel-eléctricos. «El principal problema a resolver en uno de propulsión nuclear es el desarrollo de un reactor compacto y silencioso, además de adicionales que tienen que ver con el diseño del casco y hélices, para minimizar rozamiento y evitar cavitación», dijo a este diario el ingenieroGuillermo Martínez Funes, profesor titular del EST/IESE. «Eso no está fuera del alcance de la capacidad nacional, de contarse con la financiación adecuada: las limitaciones son de naturaleza política y económica, y no tecnológicas», agrega.
La solución -afirmó un experto familiarizado con el proyecto- es que «al TR se le haría un corte a la altura de la cuaderna 1792 para agregarle una sección de 12 metros». Esto permitiría ampliar el espacio requerido para colocar el reactor en el submarino. En cuanto a recursos, nadie se anima, todavía, a dar una cifra concreta: las estimaciones van desde u$s 100 millones para poner a punto un «casco» a u$s 2.000 millones para el ciclo del proyecto completo, que podría estar finalizado antes de 2023.
Lo de la fecha es importante: aunque en el Gobierno nadie quiere decirlo en voz alta, la hoja del almanaque está marcada en Brasil. El sábado 16, en astilleros de la Armada brasileña en Río de Janeiro se inició la construcción de los primeros cuatro submarinos Scorpene (tres convencionales, uno a propulsión nuclear). El primero de los tres estaría listo en 2015 y el «nuclear» en 2023. «Se necesita continuidad política durante 10 años», dice el experto en temas de defensaFabián Calle, «y así podríamos tenerlo listo incluso antes que Brasil».
¿Carrera armamentística o marketing estratégico? Frente a la diferencia de escala con Brasil y en momentos que sólo Francia, EE.UU., Gran Bretaña, Rusia, China y ahora India tienen «nucleares», es cuestión de quién llega antes en el Atlántico Sur. Como la rusa Laika en el Sputnik 2, aunque después EE.UU. haya sido la conquistadora del espacio.
Carolina Barros' take on Chilean Cabinet changes
Felipe Kast, a talented casualty of the changes
20/07/2011 | The Buenos Aires Herald
Piñera shuffles his Cabinet again, but it’s more of the same
By Carolina Barros
The opposition to Sebastián Piñera can claim that Chile’s ministerial changes are just the same as any Cabinet shuffles in the Venezuela of Hugo Chávez or the Argentina of Cristina Fernández de Kirchner — a merry-go-round in which the same old names go whirling to end up in a different portfolio. Even if the president across the Andes, under pressure from sliding opinion polls and student and miner strikers, has just kicked the revolving door and played musical chairs with four key staff members, it is the incorporation of two senators from the ultra-right UDI (Unión Demócrata Independiente) which warrants special attention — his cousin Andrés Chadwick as presidential chief-of-staff and Pablo Longueira as economy minister. And what has not changed is also worth a look — namely the non-exit of Interior Minister Rodrigo Hinzpeter, a head claimed vehemently by the UDI (the coalition partners of Piñera’s Renovación Nacional) which the President refused to surrender.“Circular ruins,” was the sardonic comment of a La Moneda spin doctor when asked by the Herald about the new Cabinet. “It’s still a crony Cabinet, “ he added.
But we should also conclude from these concentric circles that Sebastián Piñera has changed the tone of his administration via these comings and goings and shuffles — a tactical move of eight pieces to give a more political profile to his Cabinet. Not much remains of that dream team of super-efficient technocrats, brimming with post-graduate degrees from Britain and the United States, which swore into office in March, 2010. The Chilean President had to prop it up last Monday by stripping the Senate of two more members, adding to those taken early in the year — Andrés Allamand (RN) in Defence and Evelyn Mattei (UDI) for Labour.
This action in turn carried its reaction from the opposition — the Socialist deputy Osvaldo Andrade said that Piñera was taking a leaf out of Augusto Pinochet’s book (with the consensus of the UDI and RN ruling parties) by replacing in Congress the incoming senators with the outgoing ministers. Such reference to Pinochet is no coincidence. The two new senators, “Cousin” Chadwick as his official spokesman and political wheeler-dealer in Congress (this latter task was the main shortcoming of outgoing Ena von Bauer) and Longueira in Economy (an atypical UDI with a more populist rhetoric finding consensus among the poorest social strata) began their political careers in the days of the dictatorial general. Both were closely linked to the late senator Jaime Guzmán (in whose murder, according to the Chilean courts, participated Galvarino Sergio Apablaza Guerra, today a refugee in Argentina from where the CFK administration refuses to extradite him), which could perhaps mean a future headache for the Pink House here.
But the La Moneda source consulted by the Herald sought to be explicit: “Only President Piñera can move the pawn in the Apablaza chess game”.
Another of these concentric centres of this shuffle deserves a glance — the Darwinian movement whereby Piñera sought to preserve future presidential options with a view to the municipal elections of 2012 and the general elections in late 2013. One of them is the minister who shot to stardom with the rescue of the 33 miners trapped in Copiapó: Laurence Golborne. In the shuffle Piñera placed Golborne in Public Works, a launching-pad at a safe distance from the furnace of miner strikes and “eco-green” protests against the HidroAysen electricity project which dogged him until Monday.
Also preserved is Defence Minister Allamand, a heavyweight RN factotum whom the President is at great pains to look after. Piñera has also turned Felipe Bulnes, the new Education Minister after having covered the Justice portfolio until last Sunday, into a presidential dark horse. As things now stand in Chile, the Education Ministry could be a tombstone or a trampoline — the main claim of thousands and thousands of students and teachers marching in the streets of Santiago and other main cities in recent days. Until now the responsibility had fallen (in the most literal sense of the phrase) on Joaquín Lavín, a repeat UDI presidential candidate whom Piñera had brought into his Cabinet with grave misgivings (and barely keeping him now in the obscure Mideplan, a sort of Strategic Planning ministry). With Bulnes in charge, they say in Santiago, the Education Ministry reforms will be better implemented. From La Moneda, of course.
On his side, Sebastián Piñera himself has said that the new appointments respond to “our institutions, our leaderships which are being put to the test by an increasingly empowered citizenry.” The power of the street and chilling opinion polls. What he did not explain is that this shuffle (in which two enter, two leave and six are recycled) is, in the words of Chilean political scientist José Viacava, a tactical manoeuvre rather than any surrender of power. Piñera’s alter ego Rodrigo Hinzpeter stays in the Interior portfolio and, with his immovable presence, what both friends and foes call a tight grip on power (Piñera likes governing without full Cabinet meetings, preferring to huddle with his ministers on a one-on-one basis). That is why the Republic across the Andes continues to be run according to the style (and whims) of a CEO.
Carolina Barros